Monday, January 30, 2006

PERSÉFONE ( 3 y 4)

Sé que en este informe debo atenerme a los hechos y reducir al mínimo el estilo “literario”. Si lo utilizo es sólo como marco en el que colocar mis ideas en orden y poder trasmitir la información que se me ha pedido. En el trabajo con los contenidos implícitos, los metamensajes y la lectura entre líneas hay que recurrir constantemente a fórmulas sintácticas provenientes de la literatura porque la ciencia no ha desarrollado todavía una estructura lingüística suficientemente precisa para abordar estos temas.

Narraré, por consiguiente, como si se tratara de un texto de ficción.

Esteban – facilita la tarea establecer un nombre propio para referirse al paciente porque es más fácil de recordar que una letra o un número- está casado por segunda vez con Ana, a quien conoció en un estudio de grabación hace doce años, cuando era locutor de radio.

Esto lo sé porque ha sido mencionado muchas veces por periodistas y aparece en notas diversas en la red. De aquí en adelante mencionaré mi fuente sólo cuando me parezca que no se hace evidente el origen de mi información. En todos los demás casos la fuente es siempre internet y/o mi trabajo de espionaje en la correspondencia vía e-mail.

Tiene la pareja tres hijos, dos de los cuales son ya adultos profesionales y viven de manera independiente. La tercera, Teresa, tiene 19 años y todavía vive con sus padres. Estudia medicina.

El productor del programa de Esteban es José. La esposa de José es Carmen. Carmen tiene una amiga que llamaré Rita, que es escritora.

Rita ha sido una fuente de información muy útil. Sus cartas y sus escritos reflejan sentimientos que tienen que ver con sus relaciones sentimentales y de amistad. Carmen es una amiga cercana con la que se cartea a menudo ( utilizaré la nomenclatura clásica de la correspondencia para evitar la innecesaria referencia permanente al medio electrónico) y con la que conversa sobre temas diversos. En muchas ocasiones el nombre de Esteban aparece en la correspondencia: José y Esteban mantienen una relación estrecha y muchas veces tensa. Esteban exige mucho y José no siempre está de acuerdo con su criterio. Carmen lo refleja a Rita, la que a su vez traslada esos datos, convertidos en ficción, a sus novelas.

Carmen envía siempre sus originales por e-mail, en formato word.
Haciendo búsquedas avanzadas en ellos con palabras clave derivadas del tema obtengo estructuras de pensamiento, personajes y frases que remiten directamente a mi caso, o al menos a su entorno.

Otro detalle es que – y con esto concluyo mi presentación de Dramatis Personae para facilitar la explicación- Ana, la esposa de Esteban, conoce a Rita, fueron compañeras de estudio en la secundaria.

El campo de acción en que me ha tocado trabajar hasta ahora es casi siempre acotado y reducido. Las relaciones de un individuo se ramifican en un ecosistema bastante pequeño, se podría hablar de “endogamia comunicacional” si el término no les parece demasiado rebuscado. El hecho es que las “familias” de amigos, conocidos, colegas, etc. se superponen casi siempre. Para estos pacientes, la frase hecha “el mundo es pequeño” es casi siempre una realidad.

Esto facilita mi trabajo, desde luego, pero también lo hace más laborioso, en la medida en que la parte del material de estudio que es simple repetición es muy grande y requiere de mucho tiempo perdido para su examen exhaustivo. Siempre se trata de buscar agujas en grandes pajares.

Mi premisa ( y el experimento fue diseñado para validarla o no) era que Rita y Esteban había tenido un corto romance durante su encuentro casual en un congreso que tuvo lugar en un hotel del sur de francia, hace dos años.
No hubo continuación del episodio ni contactos ulteriores. Posiblemente acordaron que debía permanecer en secreto y que no convenía repetirlo.

Hace dos semanas, Perséfone simuló un correo remitido por Rita y dirigido a Esteban que decía simplemente:

“ Al tanto de aquello quienes pueden sentirse mal por ello.”
Rita.


La respuesta fue casi inmediata. Mi premisa estaba validada.

“Saber quién y de qué modo, podría ayudar”
Esteban.


Ese correo fue interceptado por mí y nunca llegó a su destinataria. Haber confirmado la premisa no me autorizaba a dar curso a una intriga que no serviría para nada. El paciente, sin embargo, había sido intervenido y los efectos de la operación se sentirían por un tiempo.

Las condiciones estaban controladas; yo sabía que Rita estaba residenciada en Roma y que no habría ocasiones cercanas de encuentro físico: Esteban vive en Madrid.

Para aplicar a la incisión una compresa hice llegar a Esteban un mensaje de retorno de correo por dirección inexistente. Poco después hice circular en su entorno un correo genérico con intención de que alguien se lo hiciera llegar como reenvío, cosa que ocurrió des días más tarde.
Decía así:

“Nos hemos enterado de buena fuente que ciertos bromistas hacen llegar cartas que provienen aparentemente de amigos nuestros con mensajes confusos o comprometedores que no han sido escritos por quien aparece en el remitente. Sugerimos confirmar su envío reenviando el mensaje recibido a quien supuestamente lo ha enviado, para confirmar su procedencia”

Esta medida era, tal vez, necesaria, pero duplicó mi trabajo. Durante un largo tiempo tuve que revisar cantidad de correos que iban y venían con el mismo mensaje.

Pero surtió efecto en Esteban, que no insistió y que , aparentemente, dio el asunto por concluido.

Sólo que Perséfone no duerme.

4.

Si mi trabajo hubiese sido el de un chantajista, la tarea estaría prácticamente concluida. En mi caso, apenas comenzaba.

El objetivo es producir “pequeñas perturbaciones”, como expliqué al principio. Aunque esto lo sabe quien leerá este informe prefiero hacer todo lo más explícito posible, por el bien de la ciencia.

Se entiende por perturbación una incidencia voluntaria en el curso de acontecimientos de carácter personal con el propósito de generar alteraciones sensibles que produzcan reflexión sobre comportamientos que se han convertido en hábitos inconcientes.


En teoría, un número suficiente de perturbaciones genera un número proporcional de reflexiones. Una cierta suma de reflexiones puede producir , a su vez, un descubrimiento.

El marco teórico utilizado es la teoría de Koestler sobre la creatividad.

Volviendo al relato, el descubrimiento que buscaba se relacionaba con la capacidad del sujeto para producir respuestas de índole renovadora en sus televidentes.

Interviniendo la correspondencia de José ( el procedimiento de las intervenciones colaterales está relatado en los anexos) logré que se entrevistara en el programa del 11 de julio al autor de un libro de moda sobre las relaciones clandestinas de figuras públicas.

Aunque el libro y su autor estaban entre los temas que figuraban en la lista preliminar que se discutía en las reuniones de producción de los lunes, no se habían considerado como propuestas con posibilidades de aprobación. Para que un entrevistado llegue a convocarse hace falta el voto del entrevistador , el productor y un representante de la planta. La aprobación de este último es imprescindible, por lo que su voto cuenta en realidad como mayoría.

En el caso que refiero, el escritor no contaba con dicho voto porque el tema era calificado como “polémico”. Ni José ni Esteban habían discutido el asunto más allá de las referencias jocosas al libro y a los secretos de “estado” que allí se revelaban.

Hay siempre un cuarto elemento, y en este caso se llamaba Lucía, la asistente de R. , el representante de la planta de t.v.

Lucía fue fácil de manejar a través del e-mail, que para ella era equivalente a una orden firmada.

Esperé a que R. estuviera fuera por una semana –se ausentaba con frecuencia por razones de trabajo- para enviar de su parte un correo con indicación precisa de incluir al escritor en la agenda. José, al recibir copia, no puso objeciones.

Tenía ya la aprobación garantizada, pero era preciso que Esteban aceptara: de otro modo podría presentar una queja a los superiores.

CONTINÚO LUEGO: ACABA DE ENTRAR NUEVA INFORMACIÓN.

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