Tuesday, January 31, 2006

Woodstock 3

1.
SIGUE LAS PALABRAS Y ELLAS TE LLEVARAN HASTA EL AROMA DE LA MUJER QUE AMAS: en la calle no había un alma, pero el anuncio era llamativo. Letras turquesa sobre un fondo malva, que parecían vibrar sin terminar por decir nada más de lo que decían. Guillermo encendió un cigarrillo.

Era verano de los duros y cuando el verano es duro en New York y uno no tiene un dólar en el bolsillo para entrar a un bar a tomar una cerveza ya no es duro sino pétreo.

La chica de la noche pasada se había esfumado sin decir nada ni dejar señas. Es verdad que sólo habían cruzado un par de palabras: Lorena, su nombre, y la explicación erudita que él quiso darle sobre el origen de la palabra de acuerdo a lo poco que había leído sobre la historia de Francia que ella escuchó con una sonrisa de las que venden los avisos de cosméticos. Sus manos eran pequeñas y tenía en alguna parte de la mirada una inquietud que Guillermo no supo descifrar. No era una profesional, eso estaba claro, pero estaba demasiado sola y no parecía esperar a nadie. Es de las mujeres de las que uno se puede enamorar, se había dicho mientras la veía de perfil y se acercó sin hacer apuestas, sólo por estar más cerca. Fue el perfume lo que lo invadió. Le recordaba algo impreciso pero fuerte. Era como la foto de pequeño de alguien que uno conoce bien y que no puede reconocer porque el tiempo transforma las cosas sin pedirle permiso a nadie y...

El automóvil verde se detuvo a pocos metros y Guillermo vio salir al jovencito que se le acercó con las manos en los bolsillos del jean y una mirada que no delataba sentimientos. Venía a pedirle fuego, se había quedado sin cerillas y el encendedor del coche no funcionaba. Guillermo tuvo tiempo de pensar en que cualquier otro hubiese hecho la aproximación sin bajar del coche, pero la idea se hizo humo cuando encendió el cigarrillo y sintió que no había peligro.

-Estoy perdido- dijo el chico.
- Somos dos- respondió él.
- Ven conmigo. Rodando se siente menos el calor y manejar solo es aburrido.

2.
No se enteraron de que la cosa había comenzado hasta dos horas más tarde, cuando detuvieron el coche en la calle 14 y se bajaron de él porque los pasajeros de los vehículos que estaban detenidos delante hacían lo mismo y corrían hacia el este.

Un gordo alto tropezó con ellos y no hizo falta más que la expresión de asombro para que dijera antes de seguir corriendo:
- La guerra...

La gente entraba y salía de los edificios y parecían insectos enloquecidos en un hormiguero que arde. Algunos tenderos cerraban sus rejas. En otros comercios con las vitrinas rotas muchas personas se dedicaban al saqueo.

Caminaron hasta que se hizo de noche. Estaban en Central Park, donde se congregaba una gran multitud. Había carpas y hogueras. En torno a ellas los niños correteaban y los adultos charlaban.

Muchos fumaban hierba. En los arbustos las parejas se amaban.

HEMOS VUELTO A WOODSTOK PARA QUEDARNOS decía un letrero con los mismos colores que el que había visto en la mañana.

Encontró a Lorena recostada contra un árbol leyendo un libro.
-Hola- dijo ella. Mira lo que he encontrado en una librería desvalijada.
Le mostró la tapa del libro. Era una historia de Francia de tapa dura con una foto a colores de Nôtre Dame impresa en la camisa de papel glasé que forraba la portada.

Se sentó a su lado. El chico y él habían quedado en volver a encontrarse al amanecer en la salida que daba a la plaza de la quinta avenida, por si hacía falta buscar el coche para ir a otra parte.

- La revolución francesa fue algo parecido a esto- dijo la muchacha. ¿Crees que les cortarán la cabeza a los políticos?

- Espero que no, porque si es así terminaran cortándoselas unos a otros.
- Es raro. Dicen que es una guerra, pero no he escuchado disparos ni explosiones ni he visto sangre.
Guillermo no contestó. Un grupo se empezaba a formar en torno a un individuo de barba que hablaba. Se acercaron.

- El gobierno ha desertado, muchachos. – dijo con una sonrisa fresca- tendremos que arreglárnoslas sin él.

Risas y aplausos. Uno que había levantado un brazo preguntó:
- ¿Qué es lo que ha sucedido exactamente?
- Hay versiones contradictorias- dijo el de la barba. Hablan de una ataque terrorista en Washington, del quiebre de la bolsa, de la revolución de los obreros de la industria automotriz, de la llegada de los extraterrestres...Nadie sabe nada.

- ¿Por qué las radios emiten sólo música?
- Porque los empleados están aquí- respondió una chica pelirroja- Trabajo en NBC.

- ¿Y qué fue lo que pasó? -Preguntó otra chica.

- No lo sé. Anunciaron por los altavoces que abandonáramos el edificio en calma, que no había riesgos inmediatos. Nos dijeron que nos fuéramos a nuestras casas. Eso es todo.

Lorena tomo la mano de Guillermo y lo atrajo hacia un lugar apartado.
- Ven conmigo, no quiero estar sola.
-¿A dónde?

Esto ocurrió el día en que se acabó el mundo. Al menos el que conocían los humanos en esa época.

Fue entonces cuando comenzó la historia.

No comments: